CAPITULO 1
Menudo día más
raro llevaba. Primero me levanto en una cama que no es la mía y en una casa que
por supuesto tampoco era la mía y con una chica cuyo nombre ni me acordaba, por
suerte logre irme utilizando una excusa para no decir lo que en realidad pasaba
y era que simplemente la noche había acaba al igual que mi tiempo con ella. No
es que sea una mujeriega que se acostaba con una mujer diferente cada
noche… mañana o tarde.
Simplemente pensaba que la adecuada para mi todavía no
había llegado; aquella mujer cuya sonrisa me devolviera a la vida, cuyos ojos
me trasladasen al paraíso y cuyo cuerpo haga junto al mío fuego puro, se que
esa mujer llegara a mi vida tarde o temprano pero mientras tanto habrá que
distraerse y divertirse. Bueno como iba contando antes de dispersarme con mis
cosas, por fin llego a casa me encuentro con que estoy sola cosa rara porque mi
abuela siempre esta rondando por ahí con sus amigas que siempre vienen a tomar
un café y charlar, actualmente vivo con mi abuela, mi madre murió cuando yo era
pequeña y casi no la recuerdo si no es por las cosas que me cuenta mi abuela
sobre ella, mi padre es un militar y desde que murió mi madre apenas y lo veo,
al parecer le recuerdo mucho a mi madre y le duele verme porque la ve a ella,
yo no lo entiendo pero bueno así es la vida, por suerte tengo a mi abuela ella
es mi amiga y confidente, esa que me ayuda y me aconseja y me saca de miles de líos.
También cuento con esa familia a la que se puede elegir que son mis amigos, ellos
son: la siempre inocente y virginal Cecilia, la ligona Anabel, el bromista
Carlos y yo Paola, ellos me mantienen
cuerda y me meten en muchos problemas. Como aquella vez que Anabel se
encontraba desnuda en la ventana de una chica escondiéndose del novio que había
llegado de improviso y tuvimos que ir a rescatarla aun recuerdo su culo desnudo
bajando por la cuerda desde la ventana, la vecina de la chica pensaba que éramos
unos ladrones, llamo a la policía y tuvimos que salir corriendo, aunque
pensándolo fue peor para Anabel que tuvo que salir corriendo desnuda con el culo al aire. Bueno como iba diciendo
estaba sola en casa así que me arregle y
salí a encontrarme con mis amigos a la cafetería a la que siempre vamos en el
barrio de chueca, apenas llegue me sentí rara, había algo o alguien que hacía
que recorriera la cafetería con mis ojos buscando lo que era pero no hallaba lo
que era, mis amigos aun no habían llegado así que me dirigí a una mesa libre al
fondo, de pronto choco con alguien y caigo al suelo encima de ella, cuando abro
los ojos, encuentro su mirada y simplemente ocurre, siento como mi corazón se
derrite y mis ojos no pueden dejar de detallar su rostro desde sus hermosos
ojos marrones hasta su apetitosa y sensual boca, la cual se que me está
hablando pero yo no puedo escuchar nada porque lo único que pueden oír mis
oídos son los fuerte latidos de mi corazón, el cual quiere salirse de mi pecho,
no sé cuando tiempo ha trascurrido lo único que sé es que no quiero ni puedo
levantarme ya que mi cuerpo no me responde, de pronto siento como me cogen del
brazo y me levantan y con ello vuelvo a la realidad, es Carlos quien me ha
visto en el suelo cuando ha entrado a la cafetería y ha querido “ayudarme”
Yo: lo siento,
eeee.. bueno.. yo…mmmm
Chica: no
importa ha sido culpa mía
Yo: Me quedo
mirándola como una idiota incapaz de decir algo coherente, que vergüenza
pensara que soy tonta. – SI! Digo no…mmmm…la culpa fue mía es que no te vi, lo
siento.
Carlos solo nos
miraba la una y a la otra, luego me contaría que estaba con cara de tonta
mirando a la chica a los ojos y sonriendo como una idiota.
Chica: mis
amigas me están esperando así que mejor me voy, ciao
Yo: espera yo
…Paola.
Chica: qué?
Yo: respiro e
intento tranquilizarme. – mi nombre es Paola
Chica: ah ok
mucho gusto yo me llamo Liz (sonríe y eso saca un suspiro demasiado audible de
mi)
Yo: qué tal si
te invito a una copa por la caída ya que fue mi culpa.
Liz: no hace
falta pero gracias
Yo: no es
ninguna molestia pero aunque ahora no me la aceptes me debes esa copa entonces
Liz: para otra
ocasión será adiós
Carlos: me mira
y sonríe el muy idiota, se que se está burlando de mi y que se lo contara a los
demás el muy cabrón. Nos vamos a la mesa con las chicas y como no puede ser de
otro modo Carlos empieza a contarle con lujo de detalles lo que ha pasado y mi
metedura de pata, pero yo no puedo hacer otra cosa que mirar a la mesa donde
Liz está riendo con sus amigas, me giro y me quedo viendo como los míos se
burlan de mí y me molestan.
Anabel: al
parecer se te ha escapado
Carlos: si no
estoy ahí no me lo creo, aquí la señorita estaba tartamudeando y todo jajajaja
Cecilia:
pobrecita! No la molesten tanto
Yo: porque no se
van a la mierda
Me giro y veo
como Liz y sus amigas se levantan y se van, la próxima vez que la vea no se me
escapara.
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La Teta Feliz Historias y Relatos ® Frida - Derechos Reservados
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Jaajaja que buen capítulo! Estaré esperando el prox
ResponderEliminarMuchas gracias Rogelia, espero que te siga gustando.
EliminarMe a gustado espero leer la continuacion pronto
ResponderEliminarQue bien, esta historia transcurre rápido y me ha gustado mucho.
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